La audiencia preparatoria de juicio del caso Malvinas aportó con nuevos elementos sobre la desaparición y asesinato de tres adolescentes y un niño: Ismael y Josué Arroyo, Nehemías Arboleda y Steven Medina; el fiscal del caso evidenció la forma cruel con la que los menores fueron tratados por 16 militares, que irán a juicio.
El juez Dennis Ugalde, quien llegó a la audiencia preparatoria de juicio tras superar un pedido de recusación, con el que las defensas de los acusados intentaron separarlo del caso, decidió que la Fiscalía presentó los suficientes elementos de convicción para que el caso avance a juicio y sea tratado por un tribunal penal.
El fiscal del caso, Christian Fárez, de la Unidad Especializada en la Investigación del Uso Ilegítimo de la Fuerza, presentó evidencias de que los 16 miembros de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) apresaron a los menores, los golpearon, torturaron, dispararon cerca de sus rostros, hasta boxearon con uno de ellos, mientras se encontraba en el suelo.
Adicionalmente, será sometido a juicio, en calidad de cómplice, un oficial más, se trata del teniente coronel Juan Francisco I. M., quien habría intentado borrar las evidencias de lo sucedido con los adolescentes y el niño.
Las torturas a los menores
En su dictamen acusatorio, el fiscal del caso evidenció las agresiones verbales y físicas que los menores recibieron, las que empezaron desde el momento mismo de la detención, ocurrida la noche del 8 de diciembre del 2024; por ejemplo, el soldado Jonathan Gaúl G. P. le partió la cabeza a Ismael Arroyo, con la trompetilla del fusil.
Una vez que los menores llegaron a Naranjal continuaron las agresiones, el fiscal señaló que el más pequeño, Steven Medina, de solo 11 años, recibió correazos del subteniente a cargo de la patrulla, quien le recriminó que a esa edad él “vendía aguas”.
Después el niño y los adolescentes fueron puestos en el suelo, donde los patearon e incluso uno de los militares utilizó su arma de dotación para disparar cerca del oído del más pequeño.
El fiscal señaló que un cabo primero le aplicó a Ismael Arroyo una llave de lucha, lo tiro al piso y ahí “comenzó a boxear con el adolescente”; luego, los cuatro menores fueron obligados a desnudarse y empujar un tronco.
Niños fueron abandonados
Según los uniformados, los niños fueron dejados así, sin ropa y con golpes en su cuerpo, en la parroquia rural de Taura, una población ubicada a 60 minutos de donde fueron detenidos; en este sitio, Josué Arroyo llamó a su padre, para informarle lo que les hicieron “los militares” y enviar su ubicación, esta fue la última vez que se supo de los menores.
Precisamente este último hecho es el que más le llamó la atención al juez Dennis Ugalde, quien en su resolución resaltó cómo, a ninguno de los militares les pareció “raro” dejar a cuatro menores de edad desnudos, en un camino de segundo orden, sin considerar que se estaba afectando a su dignidad e integridad.
Jorge Haz, abogado defensor del subteniente que estaba a cargo de la patrulla, justificó la actuación de su defendido y de sus compañeros porque aseguró que pensaron que, al menos dos de los adolescentes eran adultos, debido a que eran altos.
Por el delito de desaparición forzada, el artículo 84 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) establece una pena privativa de libertad de 22 a 26 años.
¿Cómo se conocieron las torturas?
Todo lo sucedido con los menores se conoció gracias a que cinco de los militares, en un proceso de colaboración con la justicia, decidieron hablar sobre lo que pasó la noche en que los menores desaparecieron.
También está el video registrado por las cámaras de seguridad del sector donde los menores fueron detenidos por la patrulla militar, en el que se ven los primeros golpes y la forma agresiva en la que se les subió a la camioneta.
Adicionalmente el fiscal afirmó tener videos, informes de peritos forenses, evidencias físicas y testimonios que prueban las agresiones a los menores, uno de estos productos habría salido del celular de uno de los militares, que grabó las torturas que les aplicaron a los adolescentes y al niño; el uniformado le envió el video su hermana.
Además, en abril del 2025 se hicieron públicos los resultados de las autopsias realizadas a los niños, en los que se pudo conocer que fueron golpeados e incluso recibieron disparos, aunque esto último no ha sido atribuido a los militares procesados.












