El 28 de mayo se conmemora el Día de Acción por la Salud de las Mujeres, una fecha para reflexionar sobre una realidad que ha sido invisibilizada tanto en la ciencia como en las políticas.
Numerosas condiciones de salud afectan de manera diferenciada a hombres y mujeres. Sin embargo, las mujeres han sido excluidas de estudios médicos, y no consideran los efectos específicos que los tratamientos pueden tener en sus cuerpos. Tampoco se ha priorizado la investigación sobre problemas de salud propios de las mujeres, y los existentes suelen centrarse en lo reproductivo.
La endometriosis afecta a 1 de cada 10 mujeres en edad fértil, pero su diagnóstico tarda en promedio 7 años, debido a la normalización del dolor menstrual. Paradójicamente, se ha invertido diez veces más en estudiar la calvicie masculina que la endometriosis. Por su parte, el SOP es uno de los trastornos hormonales más comunes en mujeres, pero sigue sin ser una prioridad en las políticas de salud pública, y su tratamiento se limita al uso de anticonceptivos
Durante la pandemia de COVID-19, se evidenció que las mujeres reportaban más efectos secundarios a las vacunas, pero los análisis desagregados por sexo tardaron en realizarse y no fueron parte de los estudios iniciales.
Cuidar la salud de las mujeres es cuidar la vida. Es cuidar a quienes cuidan. (O)
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